No todos los pacientes con leucemia requieren un trasplante alogénico (de un donante) de progenitores hematopoyéticos. Por ejemplo, sólo el 10% de los niños que padecen leucemia linfoblástica aguda (LLA) se han de someter a esta intervención. Además, los pacientes con determinadas leucemias agudas, como por ejemplo la leucemia aguda promielocítica, actualmente no necesitan un trasplante alogénico. Es también el caso de la mayoría de leucemias crónicas como la leucemia mieloide crónica. Teniendo en cuenta esto y que los pacientes mayores de 65 años en principio no pueden someterse a un trasplante de estas características, podemos decir que un 20% de enfermos con leucemias agudas requiere un trasplante alogénico.
Los linfomas: Los linfomas son un conjunto de enfermedades neoplásicas (cáncer) que se desarrollan en el sistema linfático, que forma parte del sistema inmunitario del cuerpo humano. Existen dos grandes tipos de linfomas: el linfoma de Hodgkin (LH) y los linfomas no Hodgkin (LNH). Normalmente, no es tan habitual que los pacientes con linfoma de Hodgkin se sometan a un trasplante de donante ya que esta enfermedad puede remitir con tratamiento de quimioterapia y/o con un auto-trasplante de médula ósea aunque en casos en que no han funcionado estos tratamientos sí que se puede dar un trasplante de donante familiar o no emparentado.
En los linfomas no Hodgkin, un determinado tipo de linfocito se reproduce de forma incontrolada, causando con el tiempo el aumento de tamaño del órgano en el que se producen. Dado que el tejido linfático se encuentra en todo el cuerpo, los linfomas pueden aparecer en cualquier parte del organismo y diseminarse al hígado y a otros órganos y tejidos. Existen muchos subtipos diferentes de linfomas no Hodgkin y algunos de ellos sí que pueden requerir un trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos. Los subtipos de linfoma no Hodgkin que con mayor frecuencia son tratados mediante un trasplante de progenitores hematopoyéticos son: los linfomas de células B, T o NK; el linfoma folicular, el linfoma MALT, el linfoma linfoplasmocitoide, el linfoma difuso de células grandes, el linfoma de células del manto, el linfoma de Burkitt, el linfoma anaplásico, el linfoma T-periférico, la micosis fungoide o Síndrome de Sézary y el linfoma hepato-esplénico.